DESPEDIDA DE NUESTRO OCTAVO BÁSICO 2020
Este año ha sido bastante especial y complejo porque, evidentemente, estamos pasando por un desafío tanto mundial como nacional y en educación, así como en nuestra escuela, no estuvimos ni estamos ajenos a ello. Sin duda que a los grandes desafíos escolares se nos presentaron los relacionados con la contención emocional, el acompañamiento psicológico e incluso la paz espiritual que tratamos de incluir en nuestros principales objetivos de trabajo para la atención de nuestros estudiantes y nuestras familias. Todos nuestros equipos de trabajo se esmeraron en mantener en actividad nuestra escuela y así no apartarnos de nuestro compromiso escolar y social pudiendo, con ello, llegar a este momento en el que, así como todos los años, un grupo de estudiantes dicen adiós a nuestra escuela. Es por ello que, aun estando en pandemia, hemos querido, tomando todas las medidas de cuidado correspondientes, llevar a cabo esta pequeña ceremonia de licenciatura de nuestro octavo año 2020. Son 30 estudiantes que se licencian, que demostraron desde el primer momento que eran merecedores y merecedoras de ser destacados porque fueron de menos a más y se caracterizaron por ser muy colaborativos y cooperativos, muy amigos y amigas entre sí, solidarios con sus pares y dedicados en sus estudios. Sus cualidades de ser un curso muy respetuoso, sin duda que se lo debemos al importante y abnegado compromiso y dedicación de sus familias que estuvieron presentes en su proceso educativo que en casi todos los casos se inició desde el mismo prekinder en nuestra escuela. Pero también, se lo debemos a la cierta, oportuna, exigente y cariñosa tutoría de su profesora jefe, la señorita Norma Irene Díaz Barra, quien dispuso todo su profesionalismo y ética docente en promover aprendizajes, conocimientos, actitudes y valores. Todo esto, permitió que sobrellevásemos este complejo escenario y podamos estar hoy viviendo este momento especial para nuestro establecimiento.
Queridos y queridas estudiantes, gracias por habernos dado la oportunidad de enseñarles y permitirles desarrollar sus diversas áreas como seres humanos. Pocas veces pudimos estar de cuerpo presente, pero estamos seguros que Dios los acompaña y los seguirá acompañando en lo que queda de esto. Nuestra tarea ya está cumplida, ahora abran sus alas y tomen el vuelo que decidan tomar para construir su proyecto de vida y aunque el futuro es incierto, siempre tendrán en nosotros, una familia que siempre los y las apoyará.
Con Cariño
SANDRA ERICA LOBOS CARRASCO
